Argentina, La sociedad avanza en la aceptación de la diversidad sexual y el Estado revierte desigualdades con políticas públicas, grupos religiosos aún insisten con la intolerancia.

En la Argentina en distintos puntos del país trabajan hace años con estos métodos. Uno de los de mayor peso es el Ministerio de Restauración Aguas Vivas, que funciona bajo la influencia de grupos evangélicos de los Estados Unidos, como explicó Mauricio Montion en el diario Tiempo Argentino.

Se llevará a cabo la 8ª Capacitación de Líderes en el Área de Restauración Sexual y Relacional a nivel internacional, entre el 10 al 16 de abril de 2011 en La Falda, Córdoba, Argentina, los líderes también de estos grupos participarán en Febrero de un taller en Antioquia, Colombia, donde compartirán sus experiencias “curando homosexuales”.

En la Capital Federal, una de las organizaciones que pretende “revertir” la homosexualidad es la Fundación Pro Integración y Salud Sexual, a cargo de Esteban Borghetti, director de capacitación de la consultora Summit Motivational Advisory y profesor en la Universidad Católica de Salta. Según Magalí Luengas, psicóloga de la institución, organizan jornadas intensivas en instituciones religiosas y escuelas, aunque también se reciben casos particulares, que se derivan a profesionales de terapias cognitivas y conductuales.
Los métodos terapéuticos que se implementan en el país tienen sus raíces en organizaciones de “ex gays” nacidos en el seno de iglesias evangélicas de los EE.UU. Si bien su enfoque apunta más a la cuestión espiritual y religiosa, también toman herramientas de las terapias de conversión, basadas en modelos psicoanalíticos, como hace la fundación de Borghetti.

En esa oportunidad, la asesoría legal del INADI evaluó que el objetivo de “sanar al homosexual” resultaba discriminatorio en los términos del artículo 1 de la Ley 23.592. “Estas posiciones sobre la "normalidad" fueron recurrentes en las discusiones por el matrimonio igualitario y hoy se mantienen como reacciones a algo que ya está consolidado, a un derecho que forma parte de nuestra vida cotidiana. Sería mucho más sencillo resolver estas prácticas si se tuviese la reforma a la Ley Antidiscriminatoria”, explicó Claudio Morgado, presidente del INADI.
La diputada Marcela Rodríguez este año presento el proyecto para modificar la norma antidiscriminación del 1988, obtuvo en la Cámara de Diputados media sanción y, según Morgado, obtendrá “con certeza” la media sanción en el Senado, en 2011. La iniciativa, en concordancia con lo que exigen las organizaciones LGTB, invierte la carga de la prueba e incluye una enumeración más exhaustiva de situaciones de discriminación, entre las cuales se encuentra la identidad sexual o de género.
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